Los Vengadores: Sangre Nueva

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Edición original: julio-noviembre-1982-Marvel Comics
Edición España: agosto-2011-Panini Comis
Guión: Roger Stern, J. M. DeMatteis, David Michelinie, Steven Grant, Alan Zelenezt
Dibujo: John Romita JR, John Romita Sr, Bob Hall, Greg Larocque, Mark Bright, Al Milgrom
Entintado: Brett Breeding, Chic Stone, Jack Abel
Color: Christie Scheele, Stan Goldberg, Carl Gafford
Portada: Ed Hannigan
Precio: 22,50 euros

 

Segundo tomo de la serie recopilatoria de la etapa de Roger Stern al frente de los Vengadores y segunda entrega de la misma que hace la necesaria labor de enlace entre la biblioteca marveliana vengativa y la que es la etapa más recordada de la colección de los años ochenta del siglo pasado. En esta ocasión seguimos asistiendo a un descolocado baile de guionistas, dibujantes y entintadores en el que todavía está presente la huella del todopoderoso Jim Shooter.

El tomo comienza con la publicación del anual de 1982 de la colección, en el cual tiene lugar una nueva edición del clásico enfrentamiento con los Defensores, de la mano de uno de los guionistas que contó las andanzas del entrañable no-grupo marveliano, J. M. DeMatteis. La historia comienza con la reintegración de la Valquiria en las filas defensivas, reconvertida en la versión femenina de Thor, como el recién reclutado Bestia se encarga de remarcar. Ahora que Val forma parte de los Vengadores Secretos de Steve Rogers, no está de más tener la oportunidad de ver alguna de sus antiguas aventuras, siendo ésta una ocasión tan buena como cualquier otra. McCoy acaba de dejar los Vengadores y se reconvertirá rápidamente en defensor junto al Ángel y el Hombre de Hielo, participando en la última y detestada fase de la colección. Los Vengadores, por su parte, aún están únicamente compuestos por la trinidad comandada por la Avispa y la historia tendrá como motor principal a un viejo enemigo de los Defensores, Nebulón, el cual tropezaría con este grupo prácticamente desde los inicios de éste. La historia demuestra las habilidades de DeMatteis para que nada sea del todo lo que parezca y exista su consabida dosis de moraleja. A los lápices, ni más ni menos que quien estaba llamado a ser el dibujante regular de la colección vengativa y más tarde de su serie hermana ambienta en la costa oeste estadounidense, Allen Milgrom. Aquí ya da buenas muestras de su buen hacer y deja patente por qué en algunos correos se le apodaba „no mejoro ni a la de tres”.

A continuación, Jim Shooter y Bob Hall, responsables de los últimos capítulos del tomo anterior, presentan el clásico número de reclutamiento, ya que, como bien dicen los vengadores en activo, hay que recuperar el mínimo de media docena en la alineación (y porque además, dos de ellos se verán envueltos en tramas en sus propias colecciones que impedirán su participación activa, pero no adelantemos acontecimientos. Los lápices de Hall se ven notablemente embellecidos por las tintas de Brett Breeding, uno de los mejores profesionales en ese campo durante los años ochenta y el número en su conjunto viene con una portada que ha quedado en la memoria colectiva de la afición vengativa, siendo homenajeada en fechas tan recientes como las que vieron la salida de Invasión Secreta. Una cuadrícula con los rostros de varios personajes de la casa se ve acompañada de la frase „escoge a dos”. Si echamos una mirada a la misma y tenemos en cuenta que han pasado casi treinta años, nos daremos cuenta de que casi todos ellos han sido o son en algún momento vengadores. Empezando por arriba y por la izquierda tenemos a Luke Cage, Spider-Man y Lobezno (incorporados en los nuevos vengatas de Brian Michael Bendis), Dazzler (que no ha pasado por el grupo aún y que en este momento todavía conserva su aspecto de cantante de música disco) y Ojo de Halcón (que se había visto forzado a abandonar el grupo después de la reestructuración forzada por Henry Gyrich y por el deseo de Shooter de tener una alineación manejable, convirtiéndose en la primera incorporación). En la segunda fila aparecen el caballero espacial Rom (actualmente irrecuperable por el tema de los derechos sobre el juguete original), la Mujer Invisible (que se incorporaría no mucho después, en el tricentésimo número de la colección, por gentileza de Walter Simonson y John Buscema), Daredevil (que ya es flamante miembro de los Nuevos Vengadores después de un infructuoso intento en la primera alineación del equipo bendisiano), el Hombre Hormiga (que se incorporaría a caballo entre la etapa de Kurt Busiek y la de Geoff Johns y sería una de las víctimas de Desunidos) y Hulk (que, siendo miembro fundador, pasaba en aquellos dias por una de sus breves etapas de combinación de la fuerza gamma con la inteligencia de Bruce Banner… aunque no duraría). En la tercera están el Doctor Extraño (que también ha estado en los Nuevos Vengadores haciendo no se sabe bien qué, por obra y gracia del citado Bendis), Hulka (que sera la segunda elección y pasará después a los Cuatro Fantásticos de John Byrne), Rayo Negro (otro de los inéditos), Spider-Woman (que ha pasado del virtual retiro a ser una de las piedras angulares de los Vengadores) y Estela Plateada (que previamente había rechazado una incorporación). La lectura de este número permite comprobar hasta qué punto el trabajo de don Brian es deudor del de don Jim. Si miramos la portada encontramos al menos a cuatro de los integrantes de su equipo. Pero además, frases como la que se pone en boca de Jarvis al indicar que los candidatos más individualistas e independientes eran los que daban mejor resultado sería la justificación perfecta para incluir a Lobezno o a Spider-Man. De hecho, Thor hace una intentona cuyos resultados se verán un poco más adelante, ya plenamente integrado Stern en los mandos de la serie. La Avispa aún conserva parte de esa frivolidad que la definía, aunque ya empieza a mostrar madera de jefa. Su reunión de candidatas es interrumpida por Fabian Stankowiz, un aspirante a villano que sería recuperado más adelante por un experto en rescatar secundarios llamado Mark Gruenwald. Al final, son Hulka y Ojo de Halcón los elegidos, iniciándose una curiosa competencia entre el arquero bocazas y la abogada de piel verde.

En el número siguiente, Shooter se queda como argumentista y remata la faena otro ilustre olvidado de los años ochenta, Steven Grant (autor literario de Círculo de sangre, la miniserie que convirtió al Castigador en uno de los personajes emblemático del oscurecimiento de finales de esa década y principios de la siguiente). A los lápices otro habitual de aquellos tiempos, Greg Larocque (que paseó sus dibujos por colecciones como Power Man and Iron Fist, Legion of Super-Heroes o Flash) un artista competente que se vio reforzado por la labor de Breeding. Aquí vemos en acción a una parte del nuevo equipo y se retoma la trama de Cabeza de Huevo, el estrafalario enemigo que había tenido algo que ver en la caída de Chaqueta Amarilla. Ahora se torna artífice y cabeza visible de una nueva alineación de los Señores del Mal. La excusa no puede ser más estúpida, pero sirve para reunir a un nutrido elenco de villanos provenientes de las cuatro esquinas del universo marveliano: Escorpión (adversario habitual de Spider-Man), Tiburón Tigre (viejo enemigo de Namor), Piedra Lunar (la intrigante Karla Sofen que tan buenos ratos haría pasar a la afición ya en la etapa de Shooter y más tarde en Thunderbolts, pero que en ese entonces se las había visto sobre todo con Hulk) y Torbellino (que era un viejo enemigo de Henry Pym e inusual rival en el corazón de la Avispa). Su primera acción conjunta indica que este nuevo equipo tiene mucho que recorrer y sirve para tener un momento para recordar que Janet Van Dyne es diseñadora de ropa en sus ratos libres y tiene también sus patinazos en esos menesteres, a la vista del estrafalario vestido que perpetra para dar la bienvenida a Hulka.

Larocque y Breeding se mantendrán en el siguiente capítulo, aunque Shooter deje los trastos literarios para que David Michelinie trabaje con dos de sus creaciones: el segundo Hombre Hormiga, Scott Lang y el villano-actualmente-convertido-en-antihéroe-o-lo-que-sea conocido como el Supervisor. Este último hace las veces de villano cutre que se esconde y controla una feria circense donde Ojo de Halcón curró en sus tiempos mozos. El arquero y el controlador de artrópodos harán piña en una historia claramente de relleno que, sin embargo, tiene el encanto de ver rondando a dos personajes que más tarde tendrán una relación más profunda con los Vengadores.

Especial mención merece la siguiente historia, que recupera al Shooter argumentista, esta vez acompañado en las labores guionísticas por Alan Zelenezt, uno de esos nombres habituales en aquellos tiempos, a la hora de elaborar un capítulo de los de hacer bulto. A los lápices –y siempre con Brett Breeding en las cercanías- otro ilustre artesano, Mark Bright, el cual dejaría su marca en Iron Man y en Green Lantern. Es en este episodio donde queda patente la distancia existente entre la forma de hacer tebeos en los días en que las aventuras del tomo vieron la luz por primera vez y la actualidad. En un solo número se despacha el romance entre Tony Stark y Janet Van Dyne, cuando hoy esto daría para un arco argumental largo cual día sin pan. Un puñado de páginas dan para que el Hombre de Hierro se dé cuenta del atractivo de su compañera de armas, la camele y la situación desemboque en problemas. El ligoteo no es posible, pues el personaje está llamado a sufrir en poco tiempo una segunda y más dramática crisis alcohólica, pero sirve para torturar un poco más al encarcelado Pym, que es objeto de todo tipo de desprecios por sus compañeros de presidio y por las fuerzas del orden que le custodian.

Corte un poco radical para que Steven Grant y Greg Larocque regresen, contando una aventura en dos partes que servirá para que dos personajes de gran importancia en el futuro de los Vengadores hagan su aparición. El primero no es otro que el Doctor Druida, una especie místico druídico que ya en este encuentro demuestra ser un poco intrigante y un tanto manipulador. El segundo es un antiguo vengador, el Caballero Negro, que llevaba ya unos cuantos años viviendo aventuras en el siglo doce y que, junto al anterior, ha convocado a los Vengadores para una desesperada defensa de la isla mística de Avalón. Dane Whitman había escogido la que, creía, era una época más sencilla e imbuida del ideal caballeresco como era la de las Cruzadas. Más adelante relatará su profunda decepción.

Para rematar, se publica el anual de The Amazing Spider-Man de ese mismo año, en el que hace su aparición Mónica Rambeau, la Capitana Marvel. Los guiones son de Roger Stern y la creación gráfica corresponde al dúo Romita (padre e hijo) y suponen el prólogo a la pertenencia al grupo de la heredera inesperada de un nombre (y una franquicia) de hondo recuerdo. El guionista, a punto de convertirse en el responsable literario de la serie vengativa, abre la puerta del equipo a un personaje que empezará como miembro en entrenamiento y alcanzará la más alta condición, en una línea de evolución y crecimiento que luego, desgraciadamente, no ha tenido continuidad. La simbiosis entre creador y creación, así como la querencia por el personaje han sido una constante en las distintas etapas de la colección, habiendo múltiples ejemplos de ello. La Capitana Marvel de Stern tendrá un papel tan preponderante como previamente lo había tenido Mantis para Steve Englehart o más tarde lo tendrían Luke Cage o Spider-Woman para Bendis. A diferencia de este último, don Roger sabe incorporar a la recién llegada al grupo sin anular al resto de los integrantes de éste, pero eso todavía está por llegar. De momento tenemos a una justiciera novata que rápidamente conoce a Spider-Man, la Cosa y a todos los Vengadores. Como decía antes, otra forma de hacer tebeos.

Este segundo tomo de la serie presenta, en general, un mejor aspecto que lo anterior. A nivel gráfico, la presencia de un entintador de la talla de Brett Breeding dota una cierta homogeneidad los distintos lápices implicados, todos ellos pertenecientes a ilustres currantes del lápiz de esos días. Resulta además curioso comprobar cuánto ha cambiado el trabajo de John Romita JR desde ese diseño de la Capitana Marvel hasta la denostada labor actual, precisamente en Los Vengadores. Shooter se aleja paulatinamente y va cediendo responsabilidades a guionistas bregados en la tarea de hacer números de transición. Viejos y nuevos personajes se incorporan o hacen amago de incorporarse al equipo. Las bases de la fructífera época de Roger Stern están ya sentadas.

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jorgenexo
jorgenexo
13 septiembre, 2011 9:06

Son buenas historias, bastante buenas, pero… ya en su momento me echaron bastante para atrás por el dibujo que, en la mayor parte de los casos, desmerece excesivamente a los guiones. Y es que para mí el comic es un binomio en el que pesa tanto la parte argumental como la gráfica. Puede ser la mejor historia del mundo, pero con un Milgrom detrás… Lo he tenido en la mano todos los días que he ido a la tienda desde que salió, lo abro, lo reviso… y no me animo.

Erik Lensherr
Erik Lensherr
13 septiembre, 2011 9:38

Es que Milgrom era malo hasta cansar……hoy dia estoy seguro que una cole como los Vengadores Costa Oeste dibujada por el , no aguantaria ni dos meses en las librerias…..

Khonshu
Khonshu
Lector
13 septiembre, 2011 9:39

Ahhh, Milgrom, qué personaje tan entrañable de la historia del comic ochentero.
 
En su época me parecía el peor dibujante del mundo, pero ahora hasta me ha a acabado gustando ver sus antiguos trabajos (sí, la nostalgia es malísisma).
 
En su favor he de decir que a pesar de ser un dibujante nefasto, curiosamente era un gran portadista, con ideas bastante innovadoras y un buen ojo para la composición. Además, era un buen entintador y un caricaturista decente, usándose a sí mismo como personaje paródico.
 
Lástima que no todos apreciaran su sentido del humor y le despidieran por la bromita que le dedicó a Harras.

inquieto
inquieto
13 septiembre, 2011 9:44

Yo también lo he tenido en la mano. Pero en mi caso, me niego a pagar 22,50 por 8 comics.

Stark
Stark
13 septiembre, 2011 9:44

La etapa de Stern merece mucho la pena, pero el dibujo de Milgrom la desmerece…y aún tenía que demostrar lo peor de sí mismo…en West Coast Avengers lo «bordo», aún me acuerdo de su nefasto «Iron Man» en esta serie, con la armadura plateada.

Spirit
13 septiembre, 2011 10:29

Milgron es la peste, aunque muchos lo recordamos con añoranza y simpatía…y lo cierto es que su labor de entintador es admirable, así como la de editor, portadista (como bien señalan por aquí, sobre todo por las composiciones) e incluso tiene trabajos, como la miniserie de lobezno y kitty pride, que no están nada mal…
 
De todas formas, yo veo su Hulk de nuevo y me tiro para atrás. Y sobre los nuevos vengadores aquellos de la costa oeste…creo que sus dibujos cuadraban a la perfección con los guiones de Engleahat o como se escriba, que más malos no podían ser…aunque también recordemos aquella colección con añoranza algunos…
 
Respecto al tomo objeto de la reseña en sí, la verdad es que a mí también me tira para atrás pagar 22.5 euros por 8 cómics, aunque dos sean anuales, con dibujos un tanto mediocres y ese papel que no acaba de encajar para un color propio de los 80.  Las historias en sí, hasta donde mi memoria llega, están bastante bien…producto de una época sin mega cross overs cada dos por tres, sin el descomprensive story telling ese de las narices y en las que si salía un personaje nuevo se molestaban en explicarte de dónde.

Ocioso
Ocioso
Lector
13 septiembre, 2011 11:40

Ya que estamos hablando de Al Milgrom me gustaría que tuvieramos un recuerdo para Don Heck.
Por malo que seas, siempre habrá alguien peor. Heck hacía bueno a Milgrom.

jorgenexo
jorgenexo
13 septiembre, 2011 11:53

Joder, difícil me lo pones, Oci, pero me quedo con Heck antes que con Al, de calle. Milgrom es el único «artista» que ha conseguido vencer mis ansias completistas: jamás me he hecho con la por ahí citada serie limitada de Lobezno & Kitty Pride; no lo soporto. Y ni me acerqué a los West Coast Avengers por su puta culpa.
Y, ojo, que tiene todo mi respeto, es un currela y se lo merece, pero lo que no puede ser, no puede ser. Me pongo malo.

Erik Lensherr
Erik Lensherr
13 septiembre, 2011 12:28

 
Yo de los Vengadores Costa Oeste solo tengo la limited original, la del tomo Extra Superhéroes y toda la etapa de Byrne..del resto, ni ganas, que asco de serie ..los Vengadores no se merecían algo tan neafasto….

Spirit
13 septiembre, 2011 13:01

Milgron es malo, pero Heck es peor…Milgron aún te narra con cierta solvencia, pero Heck además de malo es soso de narices…

josemari
josemari
Lector
13 septiembre, 2011 13:06

Milgrom malo, Heck malo… peor es Ramos y se le defiende.

Stark
Stark
13 septiembre, 2011 13:07

ni me acordaba de la miniserie de Lobezno y Kitty Pryde….haciendo memoria creo que estaba guionizada por Claremont, y dibujada por Milgrom, pero no tengo tan mal recuerdo de ese dibujo, supongo que el entintador hizo bastante…lo que si sé es que la miniserie estaba entretenida, y ahondaba en la relación entre Kitty y Lobezno al viejo estilo…

jorgenexo
jorgenexo
13 septiembre, 2011 13:20

Y si se tercia, también se defiende a Milgrom (su labor de entintador es admirable, así como la de editor, portadista (como bien señalan por aquí, sobre todo por las composiciones; curiosamente era un gran portadista, con ideas bastante innovadoras y un buen ojo para la composición. Además, era un buen entintador y un caricaturista decente, usándose a sí mismo como personaje paródico) o a Heck (me quedo con Heck antes que con Al); aquí hay sitio para defenestar y ensalzar libremente en función de los gustos de cualquiera. Incluso aunque te guste Humberto Ramos, puedes valorar positivamente su trabajo. ¿Te molesta? Lo de la libre expresión de opiniones, digo. ¿Te molesta?

molon labe
molon labe
Lector
13 septiembre, 2011 13:45

Buenas historias con mucho factor nostalgia detras, pero me echa para atras el papel rayacorneas de los Marvel Gold, no lo soporto, una pena porque la etapa merece mucho la pena.

peta-z
Lector
13 septiembre, 2011 14:58

cuando era más joven, al acercarme al kiosko me llevaba mi taco de comics, y cuando al ojearlos veia que era Milgrom el dibujante, casi me daban ganas de llorar! recuerdo como comparaba los vengadores de Perez y Byrne de aquellos primeros numeros forum con las apariciones del bueno de Al, y no me podria creer que trabajasen en lo mismo!!!

peta-z
Lector
13 septiembre, 2011 15:07

Pero los que realmente me daban grima cuando los veia en la primera pagina de mis nuevos comics eran Carmine Infantino, a quien recuerdo en los Flash de Ed.Zinco, y sobre todos al temido Herb Trimpe, que en aquellos Hulk de Ed.Bruguera me hacia sentir autenticas arcadas. Con el tiempo les he cogido cariño, pero seamos sinceros, Herb no cubría ni el expediente

jorgenexo
jorgenexo
13 septiembre, 2011 15:09

Exacto, peta-z: la putada no es sólo que Milgrom fuera Milgrom, es que el tío tuvo su presencia más destacada en una época en la que Pérez, Byrne, Arthur Adams, Alan Davis, Simonson, Barry Windsor Smith. Romita JR., Paul Smith, Bret Blevins… joder, incluso los primeros Silvestri o Leonardi estaban o en números anteriores o en otras colecciones contemporáneas. La comparativa era excesiva.

Tiegel
Tiegel
13 septiembre, 2011 17:53

No os metáis con Don Heck. No sabéis lo duro que es vivir con un nombre que es un trato distintivo en castellano y un apellido que es una palabrota en inglés. Dejad en paz a Don Heck, dejad en paz a Mister Coño

guerrita
guerrita
13 septiembre, 2011 19:22

pues yo tendre otra visión del trabajo de milgrom, seré el unico a este paso, pero a mí no me parece un dibujante tan malo malo como lo están pintando, a mí con el entintando de Joe Sinnot me gustaba bastante, creo q hay muchísimos peores, Humberto Ramos por ejemplo su narrativa es pésima no me entero de nada practicamente de lo que sucede en la viñeta demasiado confuso, o el citado Herb Trimpe madre de mi vida aquí crítican a Rob Liefeld por sus figuras desproporcionadas, pues yo recuerdo un un annual noventero de los vengatas de ciudadano kang creo dibujado por el señor Trimpe y son los peores dibujos q recuerdo haber visto en un cómic

josecles
josecles
Lector
14 septiembre, 2011 0:12

Yo recuerdo muy bien el dibujo de Milgron en estos Vengadores de Stern, y lo bueno de su composición de paginas y narrativa en la serie de Lobezno y Kitty, Don Heck me ha parecido espantosisimo, sus étapas de biblioteca marvel siempre estoy tentado de saltarmelas. Sí es verdad que estos comics sacandolos de su contexto temporal pierden con las tramas actuales y con los dibujantes de hoy, sin embargo trasmiten un buen rollo que no sé explicar bien, debe ser la nostalgia.

Tiamath
Tiamath
Lector
14 septiembre, 2011 0:27

Totalmente de acuerdo con Luis Javier, esos West Coast de Englehart en manos de cualquier otro dibujante hubieran dado muchisimo juego, incluso infectados por el efecto Milgrom, en su epoca me parecieron entretenidos. En lo que ya no puedo estar tan de acuerdo es con la opinion de su talento como entintador, en mi opinion era incluso peor que como dibujante. Un mal entintador puede desmerecer el dibujo de un buen dibujante pero nunca hacerle parecer mal dibujante. Milgrom era capaz convertir al mejor John Byrne en un Herb Trimpe de la vida.
Volviendo a la etapa del articulo, pues mas Stern, es decir, comic de superheroes 100%. Entretenido a morir pese a los dibujantes de flojitos que le ilustraron.
Sigo preguntandome porque tipos con semejante talento para el comic siguen sin trabajo o trabajos con cuentagotas mientras autenticos bodrios del genero, planos y con el talento de una cazuela como puedan ser Jurgens, Liefeld, o Loeph siguen destruyendo el genero mes a mes en varias colecciones.

Buddy Bradley
Buddy Bradley
14 septiembre, 2011 13:08

Yo estoy con molon labe. Me cago fuerte en el papel que han elegido. Lo odio.

peta-z
Lector
15 septiembre, 2011 13:03

Tiamath, muy de acuerdo con tu reflexión final (con el resto también). Hoy en día el nivel de guiones y dibujo es impresionante, pero creo que las editoriales se equivocan al dar, por ejemplo, a Loeb un montón de colecciones a la vez, creo que se les difumina el talento. Creo que es mejor que se concentren en unas pocas buenas tramas, pero el money y el marketing mandan

Capitan Shropshire
Capitan Shropshire
18 septiembre, 2011 0:18

Ay, Monica Rambeu…..