S.H.I.E.L.D.

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Edición original: abril – 2010 – Marvel Comics
Edición España: mayo – 2011 – Panini Comics
Guión: Jonathan Hickman
Dibujo: Dustin Weaver
Entintado: Dustin Weaver
Color: Christina Strain
Portada: Geral Parel
Precio: 1,95 euros (a partir del tercer número)

 

SHIELD, -el acrónimo bajo el cual han morado todo tipo de denominaciones para una organización que ha sido nacional e internacional, de inteligencia y militar, fiel apoyo de los empijamados o uno de sus quebraderos de cabeza-, ha sido una presencia constante en el universo marveliano desde prácticamente su fundación, a principios de los sesenta. Hogar del recuperado Nick Furia (personaje creado para un tebeo de corte bélico, no hay que olvidarlo) ha sido la clásica entidad que lo mismo valía para un roto que para un descosido. Su aparición, coincidente en muchos aspectos con la llegada a la gran pantalla del James Bond de Ian Fleming, permitió que los lectores vieran una colección de cacharros fantatecnológicos y villanos estrafalarios que en nada envidiaban a los de 007. Cuando los ecos de la lucha contra las potencias del Eje resonaban todavía en las orejas yanquis, SHIELD se enfrentó a HYDRA, una organización criminal fundada –o más bien habría que decir recuperada- por el jerarca nazi Wolfgang Von Strucker, en la mejor tradición del reverso que debía acompañar a cualquier héroe. Personajes como el mentado Nick Furia, Aloysius „Dum Dum” Dugan o la Condesa Valentina Allegra de Fontaine se convirtieron en parte de ese conjunto de personajes llamado a asomar el jocico por cualquier colección, aunque centraran su presencia en algunas muy específicas, como la del Capitán América, ya que sus colecciones propias no estaban llamadas a durar, aunque alguna dejara hondísima huella en la memoria colectiva de la afición, como la realizada por el gran Jim Steranko, repetidamente editada a ambos lados de la charca.

La nueva colección de SHIELD, de la que han visto la luz por aquí apenas un par de números, presenta un curioso giro en el que la organización es mucho más antigua de lo que se pudiera pensar. Sus orígenes se remontan al Egipto de los Faraones y desde esa primera aparición ha estado presente en el desarrollo de la Historia, contando entre sus componentes con personajes históricos de la talla de Leonardo Da Vinci o Sir Isaac Newton. Con esto, el ente del escudo adquiere la condición inherente a toda sociedad secreta que se precie: la de influir sin que se note demasiado. El primer número deja patente esa situación mediante el relato de episodios del pasado más o menos remoto, en el que amenazas que se creían aparecidas recientemente ya habían dado paseos por la Tierra. Un salto a tiempos más recientes y vemos a los progenitores de personajes bien conocidos en la época contemporánea metidos en el ajo.

El responsable literario de esta colección que ha causado bastante sensación, no es otro que Jonathan Hickman, el cual lleva casi dos años contando las aventuras de un Nick Furia que, desde los días de Guerra Secreta, lleva la vida del agente libre y ha convertido Guerreros Secretos en una colección para su mayor gloria. Tampoco hay que olvidar que se ha encargado de dar a los Cuatro Fantásticos un cambio organizativo llamado a potenciar aún más su carácter de familia de exploradores científicos, en la forma de la Fundación Futuro. A la vista de ambos ejemplos, parece ser que no se le dan mal ni las historias de engaño y muerte inherentes al mundo de los espías modelo „00” ni las organizaciones ultrasecretas. Además, hay que agradecerle un cierto nivel a la hora de abordar el trabajo de documentación histórica que supone el uso de ambientaciones en tiempos pretéritos y de personajes históricos. Si a ello se suman los espectaculares diseños e ilustraciones de Justin Weaver, tenemos como resultado una de las colecciones más interesantes de los últimos tiempos. Una información más amplia y detallada de la serie puede encontrarse en los artículos publicados por aquí hace unos meses, pródigos en datos y en unas ilustraciones de las que ayudan a curar el hipo.

La colección, que presenta un aspecto bastante alejado del habitual título de pijamas, evoca influencias que van desde las novelas de a duro hasta los clásicos de Julio Verne, pasando por ese tipo de teorías conspiranoicas que aparecen periódicamente en medios como Enemas, Más allá de la jeta o El txoko del miedo. Un producto de estas características siempre corre el riesgo de que la recreación trufada de elementos fantacientífico acabe derivando en la chirigota de cartón piedra, pero de momento la colección parece aguantar el desafío.

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manuel
manuel
Lector
6 septiembre, 2011 8:17

Fé de erratas: Dustin por Justin.
Al parecer la publicidad los ha afectado,xD

Khonshu
Khonshu
Lector
6 septiembre, 2011 9:05

Habiendo leído sólo 2 números, la cosa pinta muy interesante, pero es puro planteamiento de ideas, sin apenas desarrollo. Habrá que ver si hay chicha detrás de todo este supercomplot o es sólo un humo impresionante. En Guerreros Secretos empezó así y lo bordó (o lo habría bordado si la serie hubiera durado lo que tenía que durar). Démosle un voto de confianza a Hickman, que probablemente sea ahora mismo el guionista en mejor forma de Marvel.
 
El arte de Dustin Weaver… apabullante. Se nota que se ha currado las páginas a conciencia.
 

Sombra Azul
Sombra Azul
6 septiembre, 2011 11:11

A mi la miniserie me ha encantado. Ciencia Ficción Pulp sin complejos y sin autolimitaciones. Eso sí, como con todo lo que está construyendo Hickman, habrá que esperar para ver si nos conduce a algo con sentido o sólo es un viaje divertido.

Sergio Robla
Admin
6 septiembre, 2011 11:17

Ya no con sentido, que para mí que lo tendrá, sino que el destino esté a la altura del viaje.

Juanmito
6 septiembre, 2011 12:29

La única pega, que la edición española esta unos meses desfasada del resto de títulos Marvel. En teoría, por su atemporalidad no debería afectarle, pero en los 4F de hace unos meses, cuando Nathaniel Richards visita el pasado, se citan algunos hechos que por aquí creo que aun no hemos visto.

Guildartz
Guildartz
6 septiembre, 2011 13:56

Solo espero que el número 4 no tarde en salir 2 meses como el 3 :S

Cabalcanti
Cabalcanti
6 septiembre, 2011 14:44

«Solo espero que el número 4 no tarde en salir 2 meses como el 3 :S»
Es que se publica cada dos meses…
 

Guildartz
Guildartz
7 septiembre, 2011 10:04

Pfff… pues vaya no lo sabia, ya le podrían meter más páginas entonces si no menudo invento.

jorgenexo
jorgenexo
7 septiembre, 2011 14:15

Hoy, con el cigarrito mañanero, me he ventilado el nº 3 en casa (excepto las anotaciones finales): me parece a mí que esto (la miniserie) va a ser una de esas cosas para las que se hizo el acertado refrán «quien mucho abarca poco aprieta». ¿No?
Por cierto, Guildi: me temo, por tu nick, que estás demasiado habituado a los mangatomacos. Ntch, ntch: te los vas guardando según salen y te los lees todos de seguido (a ser posible de alante patrás).

Guildartz
Guildartz
9 septiembre, 2011 14:56

Pues nada mas lejos de la realidad, yo soy de los que se los leen online en 3 min y se olvidan de mangatomacos xD (lo siento si parece apologia de algo^^u). Me va más el cómic americano y europeo. El manga lo uso más como un Mcdonalds :S aunque eso no quita que haya alguno que me entretenga como ese que sabes 😛
 
Pero lo dicho, que me parece que es pasarse un poco 24 páginas cada dos meses. Puestos a comparar va a parecer Berserk salvando las distancias claro jeje.