CW: Frontline #1 Desglosado

Asistimos al funeral del cámara John Fernandez (¿primera baja latina?) que grababa el programa de Los New Warriors. Vemos a diversos periodistas del Universo Marvel como Robby Robertson, Sally Floyd(a la que vimos en Generación M) y Ben Urich. Al parecer, tanto Ben como Sally, personajes en los que va a estar enfocada la historia principal, no están de acuerdo con la inminente Ley de registro de Super-Héroes. Veremos cuando duran estas opiniones.

Poco después Spider-Man se cuela en el piso de Sally para darle en exclusiva unas declaraciones sobre lo que la ley de Registro puede suponer para las familias de los supers (Obviamente este número esta situado antes en el tiempo que el Amazing Spider-Man 532). También la encomia a que vaya a la rueda de prensa que Iron Man ha convocado para el día siguiente.

En dicha rueda de prensa Iron Man, después de una charla un pelín simbólica, se quita el casco desvelando su verdadero rostro: “Hola. Me llamo Tony Stark y soy un alcohólico”

( Cabe recordar que la gente de la ONU, sabe que Tony es Iron Man, no así el publico en general…aunque en una época la gente también sabia quien era Tony..Pero este, tras Heroes Reborn, borró ese dato de la mente de toda la Humanidad)

La segunda historia nos sitúa a unos cuantos kilómetros de Stamford, donde tuvo lugar la tragedia con los Warriors…donde un policía y un granjero ven como ha caído algo desde el cielo en medio de un bosquecillo….ese algo es SpeedBall.

Está rodeado de un aura de energía residual de Nitro, que explota en cuanto se acercan los dos hombres…y que acaba matándolos.

Tras eso, Speedy, en estado comatoso, es llevado a un centro medico de SHIELD, donde al cabo de unos días despierta sin recordar apenas nada.

En ese momento, se le informa de lo ocurrido y de que además está arrestado.

Sorpresa tras sorpresa, Jenkins ha sabido hacerlo. Dejar al lector con ganas de más y con algunas sorpresas, que no por intuidas, dejan de ser emocionantes.

Sobre la tercera historia diremos que es un poema ilustrado, que cuenta como en 1942 los inmigrantes japoneses, nacionalizados americanos, fueron enviados a 10 zonas del la costa Oeste, justo cuando el gobierno Yanki temía un ataque del Imperio Japonés. Crudo relato, con Spider-Man de fondo contemplando la escena y que recuerda, una vez más, que ese país esta construido con la inmigración. En estos tiempos de represión y de murallas, esta historia, aunque corta, llega a lo más hondo.