Batman: Detective Comics, de Ed Brubaker

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Edición original: Detective Comics # 777-782 y 784-786; DC Comics.
Edición España: septiembre de 2010; Planeta DeAgostini Cómics.
Guión: Ed Brubaker.
Dibujo: Tommy Castillo, Patrick Zircher y Tim Sale (portadas).
Entintado: Wade Von Grawbadger, Aaron Sowd y Steve Bird.
Color: Jason Wright y Michael Wright.
Formato: tomo recopilatorio de 216 págs. encuadernado en cartoné.
Precio: 20,00 €.

 

Parece una cuestión pacífica que, impreso en los créditos de un cómic, el nombre Ed Brubaker (Maryland, EE.UU.; 1966) suele garantizar unos estándares de calidad al alcance de muy pocos guionistas. Convertido en una de las cabezas visibles que marcan las pautas del mainstream contemporáneo –junto a colegas como Brian Michael Bendis, Mark Millar, Geoff Johns o Grant Morrison–, este ferviente admirador de los hermanos Hernández y Harvey Pekar protagonizó un viraje profesional tan inesperado como productivo: desde el cómic independiente de corte autobiográfico hacia derroteros más comerciales, sin por ello renunciar a sus señas de identidad. Como parecía inevitable, su trabajo en títulos como Lowlife o An accidental death llamó la atención de Vertigo Comics, cuyos editores le confiaron The Sandman presenta: Los chicos detectives, y dieron luz verde a miniseries como La escena del crimen y Deadenders; títulos que, sumados al resto de su bibliografía, indicaban una clara predilección por el género negro, los ambientes criminales y los “grises morales”… intereses tal vez reminiscentes de un pasado juvenil marcado por pequeños encontronazos con la justicia, e indudablemente fruto de la influencia de Dashiell Hammet, James Ellroy, y otros tantos novelistas que alimentaron la tradición noir norteamericana.

Una vez conquistados terrenos “vertiginosos”, cabía preguntarse cómo se desenvolvería el de Maryland dentro del género superheroico. Y la respuesta llegó en el año 2000, cuando la firma de un contrato en exclusiva con DC Comics precedió a su significativa aportación al universo de ficción protagonizado por el Caballero Oscuro: la excelente Gotham Central, donde junto a Greg Rucka, Michael Lark y Sean Phillips aprovechó el potencial de los integrantes del Departamento de Policía, hasta entonces reducidos a un sempiterno rol secundario; su aclamada etapa al frente de Catwoman, donde acompañado de Darwyn Cooke, Javier Pulido o Cameron Stewart se sacó de la manga la mejor versión de Selina Kyle; la serie limitada colectiva Batman: Momentos decisivos, encargada de revisitar aquellos instantes que contribuyeron a cimentar la amistad existente entre James Gordon y el Cruzado de la Capa; o el prestigio Batman: El hombre que ríe, que dibujado por Doug Mahnke, se centraba en la sonora irrupción de el Joker en la ciudad gothamita. Pero además de estos títulos, que figuran entre lo más destacado de entre cuantos publicó la editorial durante la pasada década, Brubaker también tuvo la oportunidad de hacerse cargo de las dos cabeceras principales del Hombre Murciélago: Batman y Detective Comics, donde no solo afrontó el reto de escribir las aventuras de uno de los personajes de ficción más populares del mundo, sino que además tuvo que lidiar con las injerencias consustanciales a todo crossover y macroevento que se precie…

Portadas de Detective Comics #780 a 782, obra de Tim Sale

A Batman llegó tras disputarse el puesto con Brian K. Vaughan, siendo su designación como guionista regular una respuesta del editor de turno frente al descontento del fandom por el rumbo que estaba tomando la etapa de Larry Hama. Tras seis números a modo de toma de contacto, Brubaker comenzó su particular andadura por las calles de Gotham, siempre condicionado por el discurrir de los crossovers: primero Agente herido, y posteriormente el díptico de sagas Bruce Wayne: ¿Asesino? y Bruce Wayne: Fugitivo. Historias entretenidas y asumidas con profesionalidad, pero tal y como reconoció el propio guionista, un tanto frustrantes en lo relativo al apartado gráfico y al desarrollo argumental: “Tengo sentimientos encontrados acerca de mi etapa en Batman. Nunca tuve la sensación de que Scott McDaniel y yo conectáramos: es realmente bueno en lo suyo, pero lo que hace no es lo que yo hago la mayor parte del tiempo. A pesar de ello hicimos juntos unos cuantos números muy buenos (…) Cuando me uní a aquella oficina, había muchos eventos y crossovers, así que sentí que nunca podría plantear historias ininterrumpidas como hice en Catwoman. También, y ésto probablemente es cosa mía, encontré muy difícil escribir un personaje que aparecía en tantísimos cómics”.

Para compensar el sabor agridulce de su andadura como guionista del Hombre Murciélago, Brubaker tuvo la ansiada oportunidad de plantear un par de historias a su gusto, sin interrupciones forzosas y en la serie regular más vetusta del personaje: Detective Comics. Una colección a la que llegó como sucesor de Greg Rucka, y que ya había transitado anteriormente con ocasión de la historia de complemento protagonizada por Slam Bradley, precursora del relanzamiento de Catwoman. En esta segunda andadura –recopilada por Planeta DeAgostini Cómics en el volumen que hoy comentamos–, el de Maryland aprovechó las nueve entregas mensuales de las que dispuso para estructurar dos arcos argumentales que, haciendo honor al título de la cabecera, se ajustaban a las particularidades propias de todo relato detectivesco que se precie: presentación del caso, con el misterio de turno implícito, e investigación y resolución del mismo, sacando a relucir las habilidades deductivas del protagonista… que se suele beneficiar de algún que otro golpe de fortuna.

Tommy Castillo y Patrick Zircher: visiones del Caballero Oscuro

Bajo el título Cálculos aproximados, la primera de las historias sigue la senda de best-sellers del Hombre Murciélago como Batman: Silencio, Batman: El largo Halloween o Batman: Victoria Oscura, con la presencia de buena parte de los integrantes de la galería de villanos del Caballero Oscuro. Como detonante argumental, la investigación del asesinato de ¿Polilla Asesina? por parte de los detectives Crispus Allen y René Montoya, quienes como suele suceder con los crímenes más pintorescos perpetrados en Gotham City, contarán con la ayuda del Cruzado de la Capa. Así, Batman decide iniciar una serie de pesquisas paralelas, que relacionan lo acontecido con un suceso del pasado vinculado con buena parte de sus antagonistas, amenazados a modo de venganza por su participación en un ambicioso plan que no discurrió por los cauces previstos. Una historia entretenida, aprovechada por Brubaker y un irregular Tommy Castillo –que combina páginas meritorias con otras en las que demuestra una preocupante pereza en la elaboración de los fondos– para marcarse algún que otro homenaje a Boris Karloff, Lon Chaney, y las míticas producciones cinematográficas filmadas por la Universal durante la década de los 30 del siglo pasado.

Tras un fill-in realizado por Paul Bolles y Shawn Martinbrough (omitido en este recopilatorio), Brubaker afrontó su segundo y último arco argumental, contando en este caso con la colaboración del dibujante Patrick Zircher. Un relato considerado por el propio guionista como uno de sus preferidos entre cuantos escribió con Bruce Wayne como protagonista, tal y como acreditan sus propias palabras, y el hecho de que él mismo lo recomendara como complemento a la edición de lujo de Batman: El hombre que ríe. Con Hecho de madera, el equipo creativo presenta un team up con sabor a clásico, reuniendo a Batman con quien en su día le precedió como guardián de Gotham: ni más ni menos que Alan Scott, el Green Lantern original. Combinando ese regusto a historia propia de otros tiempos con pinceladas reminiscentes de la tradición de psychokillers norteamericanos, Brubaker y un Zircher que por momentos recuerda a Ethan Van Sciver, orquestan la historia más entretenida del tomo. Sin grandes pretensiones, pero bien armada y con una acertada dosificación del suspense. Un poco en la línea de la sensación que provocan estas más de 200 páginas al lector, predominando la “corrección” en detrimento de una inspiración o un virtuosismo que haga destacar este material entre las ingentes novedades –y reediciones– que pueblan las estanterías de las librerías especializadas.

Portadas de Detective Comics #784 a 786, nuevamente obra de Tim Sale

Nada que objetar, si no tenemos en cuenta que quien firma el tebeo es uno de los más reputados guionistas del medio. Pero conviene recordar que, pese al empeño puesto en adaptarse, el tiempo parece haber demostrado que cuanto más se aleja de las fronteras del superheroico puro y duro, el “pijamero” más tradicional, mejor se desenvuelve Brubaker. Con la muy honrosa excepción de su imprescindible Capitán América –que recupera elementos clásicos en beneficio de un trepitadante thriller de espionaje–, o su etapa en Catwoman –durante la cual hizo suyo un rincón del bat-universo, mediando una acertadísima caracterización de la protagonista–, su paso por otras colecciones ha resultado poco más que discreto: dejando a un lado un puñado de miniseries intrascendentes, en Daredevil dio continuidad a la trama urdida por Brian Michael Bendis, incluso Michael Lark hizo lo propio con la atmósfera gráfica plasmada por Alex Maleev; pero tras un arco argumental muy prometedor, la colección sufrió un significativo bajón en cuanto a su interés y calidad. Con La Patrulla-X el resultado fue mucho peor, comenzando su andadura con el pie izquierdo gracias a un arco argumental excesivo, en todas las acepciones del término: y es que lejos de la dorada época de Claremont, Byrne y Smith que parecía evocar su título, Ascensión y caída del Imperio Shi’Ar prolongó el aburrimiento durante 12 interminables meses. Todo lo contrario que en aquellos casos en los que prima la libertad frente a encorsetamientos editoriales, tal y como atestiguan must have del calado de Sleeper, Criminal o Incógnito.

Razones y argumentos que tal vez contribuyan a explicar por qué el afamado guionista no dio lo mejor de sí mismo durante su etapa al frente de Batman, pese a que aparentemente el componente detectivesco y el ambiente criminal en el que se desarrollan las aventuras del personaje parecían ajustarse a la perfección a sus puntos fuertes como escritor… Quizás la lectura de esta recopilación de Detective Comics sirva para atisbar brevemente lo que podría haber sido y no fue, a lo que habría que sumar la voluntad de Brubaker de explorar el modo en que los acontecimientos vividos en ¿Asesino? y Fugitivo afectaron a Bruce Wayne. Sea como fuere, y a la espera de que los caminos de personaje de ficción y guionista vuelvan a cruzarse, Batman: Detective Comics de Ed Brubaker se confirma como un tebeo entretenido e incluso recomendable, tanto para incondicionales del Hombre Murciélago, como para fans de este autor… aunque a duras penas aguante la comparación con los títulos más destacados de su bibliografía.

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nenoskoda
nenoskoda
Lector
26 marzo, 2011 8:43

Brubaker es un guionista sensacional, especialmente cuando escribe historias policiacas o de espionaje. En ese mundo negro se mueve como pez en el agua, pero cuando escribe historias de superhéroes puros y duros ya no me gusta tanto. Construye historias sólidas pero no tienen la chispa de su Escena del Crimen o Gotham Central.

mutha
mutha
Lector
26 marzo, 2011 9:25

hola. solo queria preguntar.. el material que contiene este tomo está publicado anteriormente en españa x norma verdad…?  solo queria confirmarlo. gracias. saludos alicantinos.
 
m an u .

Madrox
Madrox
26 marzo, 2011 10:04

mutha, yo diría que es material inédito hasta ahora en España, pero igual alguien lo puede «reconfirmar».

ronindo
26 marzo, 2011 10:38

Yo creo que es lo que publicó Norma y Planeta sacó en el segundo coleccionable de Batman pero si trae suficiente material inédito me plantearía comprarlo.

Armin Tamzarian
Autor
26 marzo, 2011 11:04

Pues a mí el paso de Brubaker por Batman me parece excelente. Puede ser cierto que no explotó la andadura al 100%, pero no por ello dejó de hacer un magnífico trabajo. Independientemente de obras como la genial Gotham Central o El Hombre que Ríe, tanto en sagas como ¿Asesino? o Fugitivo hay un tono noïr que al personaje le viene de perlas y que acentúa considerablemente su tono detectivesco.
 
Yo me compré este tomo y mereció la pena. Aunque no concuerdo con David en lo de que Hecho de Madera es mejor arco que Cálculos Aproximados. Es cierto que los números co protagonizados por Alan Scott tiene un tono de clasicismo muy agradable y que se lee con interés, pero la trama de la muerte de Polilla Asesina me parece más rica y acertada, por no decir que el enfrentamiento (más dialéctico que físico) de Batman con el Joker en la nieve me parece genial.
 
Muy buen artículo.

ronindo
26 marzo, 2011 13:43

Por cierto, no entiendo lo de «cuestión pacífica» de la primera frase. 😛

INCREDIBLE KURT
INCREDIBLE KURT
26 marzo, 2011 15:15

Mejor esta etapa que muchas efectuadas en los noventas, incluso de lo que se publica hoy con Morrison en la cabdeza. Si Batman hubiese seguido este camino sus series serían un lujo.
Aunque me quedo con la de Paul Dini. 

Diegol
26 marzo, 2011 19:06

Que grandes guionistas estos Brubaker y Rucka, fijense acabo de leeer que Gotham Central entró como best seller en el New York Times.
Y hablando de esa serie me gustaría hacerme con ella en su totalidad, alguien puede ser tan amable y explicarme como la editó Planeta? porque me pierdo con eso de los tomos, números aparte y demás.

Mr. Bats
Mr. Bats
Lector
26 marzo, 2011 19:53

Y hablando de esa serie me gustaría hacerme con ella en su totalidad, alguien puede ser tan amable y explicarme como la editó Planeta? porque me pierdo con eso de los tomos, números aparte y demás.
Diegol, los quince primeros números están recopilados en el tomo Servir y Proteger, que está baratito en comparación con los precios de ahora: 350 págs. por 19 euros. Ahí está contenido el que se considera el mejor arco de la serie y que ganó los premios Eisner y Harvey: Media Vida. El resto de números, hasta el 40 creo, están ya en una serie de 6 tomos de Gotham Central, de paginación variable, salen casi todos por 8-9 euros. Y te aseguro que Brubaker y Rucka no bajan el nivel, merece muchísimo la pena. El único punto negativo es que a veces la serie se ve afectada por crossovers de la editorial y se rompe un poquillo el aire noir y urbano de la serie, pero pasa en contadas ocasiones. Ah, y se me olvidaba que también hay un tomo recopilando una miniserie aparte: Gotham Central-Josie Mac, pero puedes prescindir de él. Además, conozco tus opiniones negativas sobre el Batman de Morrison (comparto algunas de ellas) de anteriores debates y por eso creo que ésta sí es la Gotham que buscas.
 
Y bueno, confirmo lo que comentabais antes: el primer arco del tomo de Bru en Detective Comics lo editó Norma en La Sombra del Murciélago núms. 8 y 9. El segundo es inédito. Yo precisamente no me pillé el tomo por tener ya casi todo el material, aunque este artículo me ha metido ganas de leer el segundo arco. Del primer arco, Brubaker está en mi opinión excelente, como siempre; aunque me dejaba muy desconcertado el dibujo del tal Tommy Castillo, porque pasaba exactamente lo que comenta el artículo, que se mezclaban páginas espectaculares con otras en que te preguntabas dónde había aprendido a dibujar ese tío. Suscribo lo que dicen Armin y Diegol sobre lo adecuado del tono noir del Batman de Brubaker. Ya he dicho muchas veces por aquí que, en mi opinión, la etapa con Rucka, Brubaker y Devin Grayson al frente de las series regulares es con mucho la mejor en la historia de las series regulares de Batman.

Diegol
26 marzo, 2011 20:06

Gracias Mr. Bats, así es una gran etapa la de Rucka-Brubaker-Greyson, por suerte pude comprarme el coleccionable »El Caballero Oscuro» y espero también pronto poder hacerme con este tomo.
No sabés si despúes también sacarán en tomo el resto de Gotham Central así como hicieron con los primeros 15 números? Porque vi en una tienda de aquí el tomo 1 y 2 (que creo incluye desde el 16 de Gotham Central) pero no sé si esperar mejor a que salga en tomos…

Diegol
26 marzo, 2011 20:08

Ahh gracias David recien veo tu comentario, o sea que con el tomo de Servir y Proteger más los otros 6 tomos en tapa blanda ya tendría toda la serie porque lo otro son sólo complementos.
Sólo me faltaría saber si van a editar lo que salió en los 6 tomos en tapa dura para ver que decisión tomo

Iván
Iván
26 marzo, 2011 21:13

Decir que Ascensión y caída del Imperio Shi’Ar es aburrido es faltar a la verdad – para mi – es la mejor saga de La Patrulla X en años, entretenida bien dibujada y contada una Space Opera cojonuda. Emperador Volcano eso si que era aburrido.
Saludetes.

Armin Tamzarian
Autor
26 marzo, 2011 21:34

Decir que Ascensión y caída del Imperio Shi’Ar es aburrido es faltar a la verdad
 
O dar una opinión personal, según se mire.

nenoskoda
nenoskoda
Lector
27 marzo, 2011 11:38

Decir que Ascensión y caída del Imperio Shi’Ar es aburrido es faltar a la verdad – para mi – es la mejor saga de La Patrulla X en años, entretenida bien dibujada y contada una Space Opera cojonuda. Emperador Volcano eso si que era aburrido
 
Como dice Armin, es una opinión personal. A mí la toda la etapa de Brubaker en la Patrulla X me pareció aburrida, muy lejos de lo esperado de un escritor de su talento.

Angelo Fakemon
Angelo Fakemon
27 marzo, 2011 11:47

Me gustó más la etapa de Rucka aunque quizá con otro dibujante menos esquemático.

Alex Cruz
Alex Cruz
Lector
27 marzo, 2011 21:37

Ed Brubaker es un escritor genial en las series policiacas, desde su trabajo en Gotham Central ya se veia lo que era capaz de escribir, ojala que cuando termine su run en Marvel se venga a DC porque el universo Batman lo necesota con urgencia.

Armin Tamzarian
Autor
27 marzo, 2011 23:45

Con lo bien que lo está haciendo con el Capi en Marvel los de allí no lo sueltan ni con agua hirviendo.

Mr. Bats
Mr. Bats
Lector
30 marzo, 2011 17:57

 Aunque otorgo mucho más mérito a Rucka que al bueno de Bru. De todos modos, creo firmemente (y aquí probablemente me quedaré solo) que la mejor etapa de largo recorrido en la historia del personaje es la actual de Grant Morrison. Aunque también recomiendo muy efusivamente las de Dennis O’Neil+ Neal Adams, y Alan Grant + Norm Breyfogle, que comenzó a reeditarse este mismo mes.
 
Yo también coincido en otorgar más mérito a Rucka que a Bru. Creo que no te quedarás solo en lo de Morrison, porque por aquí ahay mucha gente a la que le gusta bastante, pero desde luego ahí yo no te apoyo. Me parece una etapa entretenida y curiosa, pero o creo que sea ningún ejemplo a seguir o algo canónica y definitorio como sí creo que es la etapa Rucka. Con respecto a O´Neil-Adams, chapeau al maestro Adams por reinventar gráficamente a Batman, pero siempre me he quejado mucho de los guiones algo torpes e inconsistentes del primer O´Neil. De Grant-Breyfogle, adoro el diseño de Breyfogle y recuerdo con cariño muchas historias de Grant, aunque molestaba la excesiva sociabilidad de Batman, hablando con ancianitas y demás. No sé si realmente era necesaria una edición en tapa dura recopilando esta etapa. Una edición a tapa blanda habría sido más que suficiente y mucho más accesible para nuevos lectores. Los ya conocedores de esta etapa no sentiimos tanta necesidad de tenerla en tapa dura, al menos en mi caso.

Mr. Bats
Mr. Bats
Lector
1 abril, 2011 13:55

David, no sé si esto estará ya cerrado, pero me parece muy interesante lo que comentas sobre lo «canónico» de la etapa de Morrison. Cuando en el caso de Batman hablo de algo canónico, me suelo referir a la versión que mejor representa la esencia original de Batman. La mayoria de las veces eso deriva en una discusión estéril, porque en un personaje con tantas y tantas versiones como Batman, resulta muy pretencioso arrogarse la autoridad moral para decidir cuál es la «canónica», de manera que todo queda en la opinión personal de cada uno, cada uno tiene su «versión canónica». El caso es que hasta hace poco nadie dudaba de lo absurdo de plantear que la serie de los ´60 o los comics de la Edad de Plata pudieran entrar en esa categoría, pero desde que la etapa de Morrison pretende integrarlo todo, está de moda considerar todas las versiones como igual de válidas y aceptables.
 
La pregunta que quiero hacerte es por qué consideras la etapa de Morrison «canónica» si lo que persigue es agrupar todas las versiones dentro de una misma continuidad. Por tanto, considero que si por algo se podría caracterizar la etapa de Morrison es por tratar de romper con cualquier «versión canónica» y considerar todas válidas por igual. Personalmente, no me parece demasiado encomiable ese extraño afán por recuperar las historias de la Edad de Plata, creo que lo que se hizo con las Crisis de 1986 era un gran paso adelante, y empeñarse ahora en buscar referencias en esas historias un paso atrás incomprensible.
Pero como tú dices, todo puede cambiar con las relecturas. Yo mismo soy un ejemplo de ello: de un rechazo de plano en un principio a llegar a comprarme los tomos recopilatorios ahora. Y sí, disfruto bastante leyendo esta etapa de Morrison, pero a veces se me olvida que lo que estoy leyendo es un comic de Batman. Lo que ocurre es que ahora ya no estoy seguro de si eso es bueno o malo.
 
Un saludo.