Spider-Man: Vidas paralelas

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1868
 


Edición original: Marvel Comics – julio 1990
Edición España: Comics Forum – septiembre 1993
Guión: Gerry Conway
Dibujo: Alex Saviuk
Entintado: Andy Mushynsky
Color: Bob Sharen
Portada: Bob Larkin
Precio: 900 pesetas (novela gráfica de sesenta y dos páginas)

 

El año 1993 fue un “año arácnido” en comics Forum, pues se aprovechó la circunstancia de que el trigésimo aniversario del trepamuros coincidía con el décimo del sello planetario de publicación de tebeos marvelianos. Después de todo, el lanzarredes y la Masa habían sido la punta de lanza de la nueva etapa de la casa de las ideas en España (con permiso de Conan y su espada más salvaje). Por tal motivo y razón, no fue cosa extraña que durante ese año y el siguiente hubiera superávit de telarañas en los planes editoriales de Forum, para desembocar en la controvertida saga del clon. Los productos específicos para conmemorar la treintena de Peter Parker y su alter ego blaugrana se juntaron con otros productos más antiguos que fueron recuperados o traídos para la ocasión. La novela gráfica Vidas paralelas es un ejemplo de este grupo.

La historia contenida en este cómic fue planteada para justificar una modificación retroactiva de la continuidad arácnida. Durante la saga del traje alienígena, los autores implicados –Tom DeFalco y Ron Frenz– plantearon que Mary Jane sabía que Peter Parker era Spider-Man. La revelación pilló a Pete (y a la parroquia lectora) con el pie cambiado, ya que durante toda su vida como superhéroe (la literal y la editorial) había hecho equilibrios para mantener su identidad civil en privado (y su versión en pijama lejos del conocimiento de sus seres queridos) y ahora uno de sus intereses románticos más antiguos le decía claramente que sabía su secreto y que no necesitaba seguir fingiendo. Esta decisión puede considerarse el punto de partida de una evolución relativamente rápida que convirtió a Peter y Mary Jane en marido y mujer unos años después. Parker tenía alguien en quien confiar y Watson dejó de ser la cabeza loca que era el alma de toda fiesta pero ponía pies en polvorones cuando había algún problema. DeFalco y Frenz emplearon el episodio de regreso a los colores tradicionales por parte de Spider-Man para dar otra imagen de la exitosa modelo y futura actriz. ¿Por qué no se había confiado a Peter previamente? ¿Por qué desaparecía siempre? En Vidas paralelas, Mary Jane era elevada a la categoría de co-protagonista, dejando patente su importancia capital en la franquicia arácnida de esos años.

La novela gráfica hace repaso de las vidas de Peter y Mary Jane desde que esta última se muda al barrio de los tíos de aquél hasta la actualidad del momento. A lo largo de sus sesenta y dos páginas se hace repaso de alguno de los momentos importantes de la existencia de ambos. De esta forma, volvemos a contemplar al joven Parker en sus atribulados días de bachillerato, su conversión en Spider-Man y por supuesto, la muerte del tío Ben. La novedad radica en el hecho de que se profundiza en el pasado de una jovencísima Mary Jane: el tormentoso matrimonio de sus progenitores, la pronta emancipación de su hermana mayor y su refugio en la fiesta y la frivolidad para soportar las cargas que la vida le va enviando. Ella ha visto la dualidad en muchas personas de su círculo íntimo y desconfía de Peter. ¿Cuál es su auténtico rostro? ¿El del apocado adolescente o el del vindicativo enmascarado? Hasta el memorable momento en el que se pronuncia la frase relativa al “premio gordo” Watson evitará los constantes intentos de su tía Anna y de su amiga y vecina May Parker de emparejarla con Peter.

La historia avanza hacia el futuro, narrando grosso modo los avatares de la relación entre la pareja, hasta alcanzar el momento de la boda. Hasta este momento hemos encontrado una historia de amor, de ésas que sirven para las novelas románticas o los telefilmes de sobremesa. Mas como nos encontramos con un tebeo de superhéroes, hay que meter de por medio algún reparto de sopapos y sagradas formas, para lo cual, nada mejor que echar mano de uno de los enemigos más antiguos y emblemáticos de la escudería arácnida: el Doctor Octopus. El viejo Otto, que dio una de sus primeras palizas a Spidey, estuvo a punto de casarse con su adorada tía y fue el antagonista de una de las historias más recordadas de la primera época, la saga del Planeador maestro. Así pues y, a guisa de pegote, se colocó una aventura en la que el bueno de Ock se convertía en el tercero en discordia de esta novela. Puede que, con permiso del Duende Verde (y su tribu) Octavius sea el principal enemigo de Spider-Man, pero su presencia aquí resulta un tanto forzada. ¿Era necesario narrar un relato que tuviera indefectiblemente el clásico enfrentamiento entre pijamas? Yo creo que no, en la medida en la que el tono cotidiano y romántico ha sido el dominante y la protagonista principal ha sido Mary Jane; hubiera sido un giro interesante que el trepamuros hubiera mantenido sus apariciones en el apartado de revisiones del pasado, pero la adición de la trama empijamada resta interés al desenlace. Ver un nuevo plan de Octopus y a éste morder el polvo a manos del lanzarredes no era para nada motivante.

Los autores de esta novela gráfica son dos nombres bien conocidos por la parroquia arácnida. En la parte literaria, el recordado Gerry Conway, que volvía al trepamuros para una larga estancia que no estuvo, ni de lejos, a la altura de lo que había sido su aportación en años más mozos. En la parte gráfica, un dibujante un tanto denostado como Alex Saviuk, cuyo estilo más que clásico contrastaba poderosamente con la moda impuesta por Todd McFarlane y servía perfectamente al tono “retro” de la historia.

El resultado final es una historia a la que el formato de novela gráfica le queda muy grande y que bien hubiera podido apañarse en algún especial más pedestre como el naciente formato prestigio o los socorridos anuales. En los años posteriores aparecerían otros productos en los que la vertiente romántica o el protagonismo de Mary Jane eran los puntos de partida. La búsqueda de un nuevo público y de nuevas generaciones de lectores pasa actualmente por este tipo de estrategias, pero hace veinticinco años (antes de Internet, de los videojuegos como bien de consumo masivo y de otras competencias) los pijamas y sus historias parecían ser los reyes indiscutibles. Es evidente que ésta es una historia menor y hasta redundante en la larguísima trayectoria de Spidey, pero bien puede plantearse su valor para contemplar cómo ha evolucionado el cómic de superhéroes y el negocio editorial en este cuarto de siglo.

Aquí no ha pasado nada

  Edición original: Marvel Comics – julio 1990 Edición España: Comics Forum – septiembre 1993 Guión: Gerry Conway Dibujo: Alex Saviuk Entintado: Andy Mushynsky Color: Bob Sharen Portada: Bob Larkin Precio: 900 pesetas (novela gráfica de sesenta y dos páginas)   El año 1993 fue un “año arácnido” en comics…
Guión - 6
Dibujo - 7
Interés - 6.1

6.4

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Fabio
Fabio
6 abril, 2015 18:21

Cómo extraño a MJ en la vida de Peter y cuánto daño que le ha hecho Slott a la pelirroja. Es una de las tantas cosas que odio del Spider-Man actual.

Peter Benjamin
Peter Benjamin
Lector
En respuesta a  Fabio
11 abril, 2015 14:02

Hasta donde yo sé el daño a la pelirroja se lo ha hecho la editorial. Dentro de poco le echaréis la culpa a Slott del calentamiento global y de la crisis económica.